20 Ene St. Paul’s School, más allá del trilingüismo
Al pie de Collserola, en unas instalaciones privilegiadas, St. Paul’s ofrece una educación personalizada que acompaña a sus alumnos hasta el máximo de su potencial
St. Paul’s School inició su andadura hace 54 años como resultado de la iniciativa de un conjunto de familias que decidieron crear el mejor proyecto educativo para sus hijos. Este espíritu fundacional mantiene plena vigencia. Actualmente, St. Paul’s pertenece a una fundación sin ánimo de lucro, gobernada por las familias y gestionada por un extraordinario equipo de profesionales. Un proyecto en el que los recursos están al servicio de la pedagogía. El colegio está situado en la avenida Pearson de Barcelona, un enclave privilegiado al pie del parque natural de Collserola. En los 13.000 metros cuadrados de unas instalaciones que albergan cinco edificios, St. Paul’s School desarrolla un proyecto único en la ciudad condal que combina los idiomas con la excelencia académica y el desarrollo personal y emocional de sus alumnos.
Inmersión lingüística
“Nuestros alumnos comienzan en las etapas de Early Years y Primaria aprendiendo a través de la inmersión, que llega al 80% de horas lectivas en inglés, propiciando la imitación de modelos nativos y la experimentación que conduce a la autoconfianza y la autonomía”, explica la directora del centro, Patricia Carranza.
En cuarto de Primaria se introduce la lengua francesa, bajo las mismas premisas que la lengua inglesa: profesores nativos y grupos reducidos, estableciéndose como cuarta lengua obligatoria hasta Bachillerato.
El objetivo es conseguir, al final del proceso, alumnos trilingües en inglés, castellano y catalán que además tengan un nivel fluido en francés. Los resultados en Bachillerato avalan la promesa de trilingüismo: un 75% obtiene el Proficiency de Cambridge, las notas medias de Selectividad de castellano y catalán de St. Paul’s se sitúan por encima de la media catalana, y los resultados de francés alcanzan el nivel C1.
En un mundo hiperconectado, la adquisición de herramientas globales de comunicación es un aspecto esencial para las futuras generaciones y, cuando decimos maneras de comunicar, incluimos también el nuevo lenguaje de la programación y la codificación, es decir, el desarrollo de las competencias digitales estrechamente relacionadas con el pensamiento matemático, que en St. Paul’s consideran su quinto lenguaje, tan importante como el inglés, el castellano, el catalán o el francés.
“Las distintas lenguas se plantean como llaves que abren opciones de futuro a nuestros alumnos. Para unos, el inglés será clave en su vida personal o profesional, otros necesitarán el catalán o el castellano y, para otros, el francés marcará la diferencia. Nuestro objetivo es que todos los alumnos dispongan de las herramientas para decidir en libertad”, asegura la directora.
Excelencia académica
Acompañamos a cada alumno hasta el máximo de su potencial. Éste es nuestro compromiso”, comenta Patricia Carranza. St. Paul’s School hace todo lo posible para que cada alumno se acerque al máximo de su potencial. “Reconocemos la diversidad que encontramos en cada clase, desde las necesidades educativas especiales hasta las diferentes capacidades, adecuando nuestro proyecto a la particularidad de cada alumno”.
Durante los cinco primeros años de aprendizajes básicos desde P3 a segundo de Primaria, los alumnos se distribuyen en grupos de máximo 18 alumnos, realizando trabajo en grupo reducido durante todas las horas lectivas que permite que los profesores conozcan mejor a cada uno de ellos, le puedan dedicar más tiempo y adapten contenidos y metodologías a su individualidad.
Desde tercero de Primaria hasta segundo de Bachillerato, un 35% de las sesiones lectivas se realiza, bien sea en sesión de co-teaching con dos profesores en el aula, o bien en grupos reducidos por nivel en asignaturas clave como el inglés, las matemáticas o el francés.
Un equipo de especialistas del Departamento de Orientación Psicopedagógica trabaja para dar respuestas individualizadas a alumnos con necesidades educativas especiales o, en el otro extremo de la diversidad, a alumno
s con diversos talentos o necesidades emocionales.
Un proyecto inclusivo que da una respuesta a todos los perfiles, acompañando a cada uno hasta el máximo de su potencial.
Formación en valores
El proyecto St. Paul’s se completa con los elementos relativos a la formación de la persona, la formación en valores, la gestión emocional y el autoconocimiento. Elementos clave sobre los que construir, posteriormente, el conjunto de conocimientos lingüísticos y marcos conceptuales. “El nuestro es un proyecto laico, que transmite valores universales y respeta todas las confesionalidades sin impartir ninguna en particular”, explica.
Las sesiones de tutoría semanales y asignaturas como ética, speech & debate, historia de las religiones o filosofía, son oportunidades que aprovechan para reflexionar sobre los valores que conforman el ethos de la escuela: sostenibilidad ambiental, inclusión social y solidaridad, resiliencia, excelencia, integridad, innovación, etc.
El elemento clave de su programa de formación de la persona es el bienestar emocional. Un programa que sistemáticamente trabaja el reconocimiento y gestión de las emociones, la empatía con el otro y la resolución de conflictos. También toma relevancia la prevención de riesgos: drogas y alcohol, acoso, relaciones afectivas, riesgos y utilización de las redes sociales, etc. Se realiza una escucha activa de los grupos a través de talleres y sesiones que permite detectar riesgos y actuar proactivamente. Un modelo que les facilita la atención de situaciones conflictivas.
“En St. Paul’s School caminamos juntos, desde los 3 años hasta la universidad, acompañando a cada uno de nuestros alumnos; queremos que sepan ser y estar, que aprendan a tomar decisiones, que sean personas preparadas en todos los aspectos, responsables, con un estilo de vida sano y comprometidas con el entorno y la sociedad”, concluye Patricia Carranza, directora de St. Paul’s School. At St. Paul’s we create the future.
Patricia Carranza
Directora de St. Paul’s School