19 Ene Explorando los Océanos con Roger Figueres de la Fundación Cousteau.
En el corazón de la defensa y preservación de los océanos y su biodiversidad se encuentra la Fundación Philippe Costeau, una entidad global con sede en España. En una entrevista exclusiva con Roger Figueres, representante de la fundación, exploramos a fondo sus esfuerzos, desde la reciente firma de un acuerdo para establecer la sede científica mundial en Torroella de Montgrí hasta su compromiso con la recuperación de imágenes de ecosistemas y la reintroducción de especies en peligro de extinción. Además, nos sumergimos en la colaboración educativa con St. Paul’s School y en proyectos recientes que destacan el impacto positivo en nuestra sociedad.
¿Cuál es el papel de la Fundación Cousteau – “Unión de los Océanos” en el mundo y su implicación en nuestro país?
La Fundación Philippe Cousteau desempeña un papel fundamental en la preservación de los océanos y la biodiversidad marina. La reciente firma de un acuerdo para establecer la sede científica mundial en Torroella de Montgrí (Gerona) reafirma su compromiso con la recuperación de imágenes de ecosistemas y la reintroducción de especies en peligro de extinción son ejemplo de ello.
En cuanto a la educación de las nuevas generaciones de nuestro país, la Fundación Cousteau – “Unión de los Océanos” trabaja en los programas educativos dirigidos a estudiantes de todas las edades, enfatizando la interconexión global de los océanos y su impacto en la salud planetaria, así como las oportunidades laborales sostenibles para el futuro. Un trabajo incansable de concienciación que, en el caso de St. Paul’s School, desarrollamos a través de aplicaciones prácticas integrando la biología marina en el plan de estudios de manera innovadora como parte de la educación global de los estudiantes.
¿Cómo trabajan juntos la Fundación Cousteau y St. Paul’s School por el futuro? ¿Cómo es esta colaboración educativa global?
Nuestro objetivo principal es sentar cátedra y establecer un precedente sólido. Buscamos la incorporación permanente del programa de biología marina en los currículos de los centros educativos, siendo St. Paul’s School un referente en esta iniciativa. Desde la sensibilización sobre la protección de los mares hasta la investigación relacionada con el mar, estos objetivos reflejan nuestro compromiso conjunto en la creación de un programa educativo integral y sostenible.
En colaboración con el equipo directivo y la profesora y jefe de departamento de ciencias Gloria López-Barrena, introdujimos la biología marina en las aulas desde tercero de ESO hasta segundo de bachillerato. El centro busca preparar a los estudiantes para abordar cuestiones globales ética y efectivamente, y por eso el centro estableció una colaboración con la Fundación Cousteau dentro del plan de estudios.
Lleváis tres años trabajando en este proyecto. ¿Cuáles son vuestros objetivos comunes con St. Paul´s School?
Proponemos un enfoque único, la investigación activa, con trabajos de investigación en los que los alumnos eligen temas relevantes, inspirando a tomar medidas significativas para preservar nuestro entorno marino y facilitando el acceso a conocimientos especializados y oportunidades prácticas, como el programa work experience o los talleres y conferencias.
Nuestros objetivos con St. Paul’s School abarcan diversas metas ambiciosas: fomentar la conciencia sobre la importancia de preservar los océanos, brindar a los estudiantes una comprensión profunda de las oportunidades profesionales vinculadas al mar, ofrecer experiencias educativas impactantes en temas ambientales mediante cursos prácticos de inmersión, limpieza de costas y control de la acidez del agua, y despertar su interés a través de charlas pedagógicas impartidas por expertos en biología marina, medio ambiente y economía azul sostenible.
¿Cómo podemos sensibilizar a las nuevas generaciones sobre la importancia de preservar nuestros océanos y biodiversidad?
Destacamos la importancia de la sensibilización a través de actividades prácticas tanto en familia como en la escuela. Desde participar activamente en proyectos de conservación, como limpiezas de playas y reforestación costera, hasta colaborar en iniciativas locales que permitan a los jóvenes involucrarse directamente en la protección de nuestro entorno.
Las excursiones a reservas marinas, acuarios o centros de conservación también desempeñan un papel fundamental. Estas experiencias prácticas permiten a los jóvenes sumergirse en la belleza y fragilidad de los ecosistemas marinos, generando un impacto duradero y fomentando el amor y respeto por nuestros océanos.
Ayudemos todos a construir una generación consciente y comprometida con la preservación de nuestros océanos y la biodiversidad, fundamentales para el equilibrio de nuestro planeta.